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Iglesia Piantini

¿Quiénes somos? Nuestra historia de como Dios nos ha guiado

¿Quiénes somos?

Historia Iglesia Piantini

Por tanto id...Fue el mandato que inspiró a un grupo de hermanos para establecer una congregación en esta zona de la capital. La idea había sido concebida desde hacía muchos años pero por obstáculos naturales y la oposición que se presentaba a la predicación de la Palabra de Dios, no se había podido materializar el proyecto.

Después de largos períodos de meditación y oración, sucesivas reuniones y diversos contactos, el pastor Víctor Leger, a la sazón presidente de la Asociación Central Dominicana de los Adventistas del Séptimo Día (ACD), se reunió con un grupo de hermanos a los que les hizo formalmente el llamado para establecer la congregación en el sector de Piantini. Hermanos de las iglesias adventistas de Quisqueya y Gazcue formaron parte de este intrépido grupo de avanzada que con ánimo decidido y con la inspiración, la sabiduría y la fuerza del Espíritu Santo, aceptaron el llamado y decidieron comenzar las actividades.

El pastor Pablo Perla, a la sazón presidente de la naciente Unión Dominicana de los Adventistas del Séptimo Día, accedió gustosamente a la propuesta de comenzar las actividades en el salón de actos de las oficinas de dicha unión.

Contando con este recinto provisional para realizar las areuniones de adoración, la ACD designó al señor Javier Frías, hermano de reconocida consagración y vasta experiencia en el establecimiento de nuevas congregaciones, como director de el naciente “grupo de Piantini”. Luego se procedió a la selección de las demás personas que le acompañarían en la significativa labor de abrir una nueva casa de oración en este sector capitalino aun no penetrado por la obra adventista.

Dios nuestro guía...

Con corazones vivificados por la inspiración del Espíritu Santo nos sentíamos casi compelidos a la ejecución del proyecto. Fue así, como el 21 de junio en una hermosa y cálida tarde del verano de 1997, cuando nos reunimos para trazar los planes definitivos. La reunión fue dirigida por el Pr. Víctor Leger acompañado por el Pr. Julio Fernández, pastor de la iglesia de Quisqueya, quien prohijaba el proyecto. Acudimos a esta santa convocación llenos de grandes expectativas al considerar anticipadamente la promesa registrada en el Salmo 126:6: “Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; Mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”.

Todos los convocados aceptamos gustosamente las responsabilidades asignadas y decidimos con la gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo poner todo nuestro empeño, dedicación y esfuerzo para “izar la bandera ensangrentada de nuestro Salvador Jesús” y hacerla ondear como señal de redención y perdón para todo este sector.

El siguiente sábado, 28 de junio de 1997, se celebró nuestro primer culto de adoración. Nuestros corazones ardían llenos de un gozo indescriptible. En cada rostro se dibujaba una amplia y hermosa sonrisa llena de esperanza y regocijo fraternal, gozábamos del cariño y el aprecio mutuo, formábamos una verdadera fraternidad cristiana y nos regocijábamos en el cumplimiento de la misión.

Después de haber disfrutado de una hermosa escuela sabática, la hora más solemne de aquel día había llegado, eran las 11 de la mañana cuando, la hermana Evelyn de Leger nos acompañó usando un pequeño órgano con el que puso música a nuestras alabanzas. Luego el Pr. Víctor Leger con su fuerte voz y Biblia en mano, usando un pequeño atril como púlpito, nos elevó con un cautivante tema motivando a toda la audiencia a trabajar con entusiasmo para traer almas a los pies del Señor.

El pequeño salón de actos de la Unión Dominica de los Adventistas del Séptimo Día, ahora se había convertido en un gran templo de adoración, la presencia del Dios Altísimo había transformado todo, las modestas sillas eran tronos de gloria y los hermanos allí congregados eran “Los santos de la iglesia de Piantini”.

Presnetes en esta memorable ocasión estaban: Javier Frías, Ana Luisa de Frías, Fredemir Abel, Esther Villalona de Acevedo, Carmen Villalona, Leidy Contreras, Glenys Contreras, María Antonia Hazoury, Lily Rossio Nivar, Emma Castillo de Martínez, Radames Núñez, Fiordaliza Tiburcio, Carlos Peña, María Elena Martínez, Víctor Reyes, Nelcy Vargas de Reyes, Massiel Reyes, Bartolo Rosario, Yosafin Hazoury, Mery Vargas de Lizardo, Francis Lizardo, Yanet Melo, Milly Sánchez, Aída De la Rosa, Esther Rosado.

Junto con este grupo de hermanos comisionados y designados por el Dios Altísimo es propicio consignar la presencia y el respaldo que nos ofrecieran un grupo de hermanos, que sin haber dado manifestación pública mediante el bautismo de su aceptación del mensaje, nos ofrecieron su constante e incondicional apoyo, a ellos le expresamos nuestra más profunda gratitud, ellos son: Idalina Mas de Hazoury, Manuel Hazoury, Yanet Guzmán, Antonia Hazoury, Manuel Hazoury hijo, Elsa de Hazoury y Betzy Hazoury.

Transcurrido el tiempo las bendiciones no se hicieron esperar y nuestro grupo pasó a ser formalmente oficializado como iglesia el 15 de enero del 2000.

La primera boda celebrada en nuestra iglesia fue la de los hermanos Radames Núñez y Fiordaliza Tiburcio. El primer infante presentado y dedicado en nuestro templo fue la niña Camile McCollum Hazoury.

Muchas y maravillosas son las obras que Dios ha realizado en esta congregación, desde la obtención de forma milagrosa del terreno hasta la construcción del templo. Mediante un sueño dado a uno de los miembros de la iglesia, Dios le pedía a la congregación que nos despojáramos de cualquier ídolo y que nos consagráramos totalmente a Él y las bendiciones fluirían.

Continuamos con Dios como nuestro guía...

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